Siempre que nos invitan a cualquier tipo de fiesta o evento, o se haya quedado para cualquier otra ocasión, entrevista de trabajo, ir al cine con los amigos o solo para tomar un café, debemos considerar seriamente el tema de la puntualidad.
Nuestros anfitriones pueden estar esperando por nosotros para comunicar alguna noticia, para comenzar un almuerzo o cena, o cualquier otra actividad.No podemos hacer esperar a nadie, ni a los anfitriones ni al resto de los invitados
También debemos tener en cuenta, que tampoco es bueno llegar con demasiada antelación. Es mejor hacer algo de tiempo, para tratar de llegar a la hora prevista en la invitación.
Llegar tarde no tiene ningún tipo de "glamour" o es chic, tal y como piensan algunas personas. Llegar tarde es, simple y llanamente, una falta de educación. Y una falta de respeto hacia los invitados y los anfitriones.
En el caso de que, por razones de fuerza mayor, llegásemos tarde, hay que dar algún tipo de explicación, pero solo a los anfitriones no al resto de invitados. Si podemos, lo mejor es avisar por teléfono que nos retrasaremos, para que los anfitriones puedan actuar en consecuencia.
Si usted fuera el invitado de honor, por supuesto que debe planificar, con un amplio margen de tiempo para solventar cualquier imprevisto, su partida para llegar un poco antes que el resto de los invitados. Sería imperdonable que llegasen los invitados antes que usted.